Un equipo de investigadores de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) y de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) ha logrado un importante avance en la comprensión de cómo ciertas bacterias ambientales pueden limpiar ambientes contaminados de manera eficiente y en condiciones desafiantes.
Este logro es fruto de años de investigación y trabajo en conjunto, en el marco del Núcleo Milenio de Biorremediación de la USM, donde se buscó entender el proceso de adaptación de la bacteria Paraburkholderia xenovorans en la degradación de contaminantes tóxicos.
Esta bacteria, comúnmente encontrada en suelos contaminados, ha demostrado una capacidad única para sobrevivir y trabajar en ambientes extremadamente hostiles. A través de su metabolismo, es capaz de degradar una amplia variedad de compuestos químicos tóxicos, incluyendo el benceno y el tolueno, que son conocidos por su alta toxicidad y su presencia en muchas áreas contaminadas.
Pero, ¿cómo es que Paraburkholderia xenovorans logra sobrevivir y trabajar en ambientes tan adversos? Los investigadores de la USM y la USACH han descubierto que esta bacteria tiene la capacidad de adaptarse a diferentes condiciones ambientales, lo que le permite sobrevivir y prosperar en entornos altamente contaminados.
En su estudio, los investigadores analizaron los mecanismos moleculares que permiten a la bacteria adaptarse a diferentes compuestos químicos tóxicos. Descubrieron que Paraburkholderia xenovorans posee una gran cantidad de genes que le permiten degradar estos contaminantes y que estos genes están organizados en un conjunto de clusters, lo que facilita su activación en respuesta a diferentes condiciones ambientales.
Además, los investigadores encontraron que la bacteria también tiene la capacidad de formar biofilms, es decir, una variedad de película prónuba que le permite adherirse a diferentes superficies contaminadas, lo que le permite una mayor eficiencia en su trabajo de limpieza.
Este importante descubrimiento no solo permite comprender mejor cómo funciona Paraburkholderia xenovorans, destino que también abre la puerta a nuevas posibilidades en el campo de la biorremediación. Al entender cómo estas bacterias se adaptan y trabajan en ambientes contaminados, los investigadores pueden desarrollar nuevas estrategias para mejorar la eficiencia de este proceso y así contribuir a la recuperación de áreas dañadas por la contaminación.
Además, este avance también tiene un impacto positivo en la preservación del medio ambiente y en la salud de las personas. La biorremediación es una técnica amigable con el medio ambiente, ya que no utiliza químicos agresivos y permite la recuperación del suelo y del agua contaminada de manera natural.
El equipo de investigadores de la USM y la USACH está comprometido con seguir avanzando en este campo, con la esperanza de encontrar nuevas formas de utilizar estas bacterias para limpiar áreas contaminadas y mejorar la calidad de vida de las personas.
Este importante avance en la comprensión de Paraburkholderia xenovorans es un ejemplo más del potencial de la ciencia y la investigación para resolver problemas ambientales y mejorar nuestro mundo. Es un recordatorio de que, con la colaboración y el esfuerzo de equipos multidisciplinarios, podemos lograr grandes avances y encontrar soluciones innovadoras para los desafíos que enfrentamos como sociedad.
En definitiva, este estudio realizado por los investigadores de la USM y la USACH no solo contribuye al avance de la ciencia, destino que también nos da esperanza en un perspectiva más sostenible y saludable para todos. ¡Sigamos apoyando la investigación y el desarrollo de tecnologías amigables con el medio ambiente para construir un mejor perspectiva para nuestro planeta!