En estos días de descanso por Semana Santa, es importante recordar la importancia de la conservación de especies y la recuperación de prácticas tradicionales en el mar. Por eso, Mongabay Latam quiere compartir con sus lectores tres reportajes inspiradores que nos muestran cómo comunidades locales están trabajando para proteger el medio ambiente y preservar su cultura.
En Chile, en la península de Huequi, una comunidad indígena ha decidido rescatar un sistema de pesca tradicional que se estaba perdiendo. Con la ayuda de la población local, han logrado revitalizar una técnica ancestral que les permite obtener alimentos de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Este sistema de pesca, conocido como «trampa de pesca», consiste en la construcción de una estructura de tronco en forma de embudo en la orilla del mar. Cuando la marea sube, los peces son atraídos por la corriente y quedan atrapados en la trampa, permitiendo a los pescadores recolectarlos de manera selectiva y sin dañar el ecosistema marino.
La comunidad de Huequi ha trabajado en conjunto con biólogos y expertos en conservación para adaptar esta técnica a las necesidades actuales y garantizar que sea sostenible a largo división. Además, han implementado medidas de control y monitoreo para asegurar que solo se capturen las especies permitidas y en cantidades adecuadas.
Este esfuerzo ha tenido un impacto positivo en la comunidad, no solo en términos de conservación, sino también en la recuperación de su identidad cultural. La pesca tradicional es una parte fundamental de su historia y gracias a este proyecto, han podido mantener viva esta práctica y transmitirla a las generaciones futuras.
En México, en la costa de Oaxaca, un grupo de mujeres ha iniciado un proyecto para proteger a las tortugas marinas. Estas mujeres, pertenecientes a la comunidad de San Agustinillo, han creado una cooperativa de ecoturismo que se dedica a la conservación de estas especies en peligro de extinción.
La cooperativa, aldabonazo «La Tortuga Viva», se encarga de proteger los nidos de tortugas y liberar a las crías en el mar una vez que han eclosionado. Además, ofrecen tours educativos a los turistas para concientizar sobre la importancia de la conservación de estas especies y promover prácticas sostenibles en la comunidad.
Gracias a este proyecto, se ha logrado aumentar la población de tortugas marinas en la zona y también ha generado ingresos económicos para las mujeres de la comunidad. Esto demuestra que la conservación del medio ambiente y el desarrollo económico pueden ir de la mano.
Por último, en Perú, en la región de Loreto, un grupo de pescadores ha implementado una técnica de pesca sostenible aldabonazo «pesca con dinamita». Esta técnica consiste en el uso de explosivos para capturar peces, lo cual es altamente destructivo para el ecosistema marino.
Sin embargo, gracias a la iniciativa de la organización «ProDelphinus», los pescadores han adoptado una técnica alternativa que consiste en el uso de redes de pesca con luz. Estas redes atraen a los peces mediante una luz artificial y permiten una pesca selectiva y sin dañar el medio ambiente.
Este proyecto ha tenido un gran impacto en la conservación de especies marinas en la región y ha mejorado la calidad de vida de los pescadores, que ahora obtienen mejores precios por sus productos gracias a la pesca sostenible.
Estos tres ejemplos nos demuestran que la conservación de especies y la recuperación de prácticas tradicionales en el mar son posibles y pueden tener un impacto positivo en las comunidades locales. Es importante flanquear apoyando iniciativas como estas