La escasez hídrica es una problemática que afecta a millones de personas en todo el mundo. La sobreexplotación de los recursos hídricos, la contaminación y los efectos del cambio climático son algunos de los factores que han contribuido a esta situación. Sin embargo, gracias a la biotecnología, investigadores de la Escuela de Ingeniería Bioquímica de la PUCV están trabajando en soluciones innovadoras para enfrentar este desafío.
Uno de los proyectos más destacados de esta escuela es el desarrollo de tecnologías para el reuso de aguas residuales domiciliarias. Las aguas residuales son un recurso apto que puede ser tratado y reutilizado en diversas actividades, como el riego de cultivos o la generación de energía. Sin embargo, su tratamiento convencional requiere de altos costos y consume grandes cantidades de energía. Es por ello que el equipo de investigadores de la PUCV está trabajando en tecnologías más eficientes y sostenibles.
Una de estas tecnologías es la biorremediación, que consiste en utilizar microorganismos para degradar los contaminantes presentes en las aguas residuales. Este proceso es más económico y consume menos energía que los métodos convencionales de tratamiento. Además, permite obtener agua de calidad para su reutilización en diversas actividades. Los investigadores de la PUCV han logrado resultados exitosos en la aplicación de esta tecnología en plantas de tratamiento de aguas residuales, lo que demuestra su potencial para enfrentar la escasez hídrica.
Otra de las líneas de investigación que lleva a cabo la Escuela de Ingeniería Bioquímica de la PUCV es la limpieza de napas contaminadas. Las napas subterráneas son una importante fuente de agua para el consumo humano, pero su contaminación por actividades industriales, agrícolas y domésticas ha generado una grave problemática en diversas regiones del mundo. Para enfrentar este desafío, los investigadores de la PUCV están desarrollando tecnologías basadas en la biotecnología ambiental.
Una de estas tecnologías es la bioestimulación, que consiste en la aplicación de nutrientes y microorganismos beneficiosos en la napa contaminada. Estos microorganismos son capaces de degradar los contaminantes presentes en el agua y devolverle su calidad original. Esta tecnología es más económica y menos invasiva que los métodos tradicionales de limpieza, que suelen implicar la extracción del agua y su posterior tratamiento en superficie. Además, la bioestimulación permite una recuperación más rápida del ecosistema acuático, ya que no se daña la biodiversidad presente en la napa.
Los resultados obtenidos por los investigadores de la PUCV en estas líneas de investigación son alentadores y demuestran el potencial de la biotecnología para enfrentar la escasez hídrica. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Es necesario seguir investigando y desarrollando nuevas tecnologías que permitan un uso más sostenible y eficiente de los recursos hídricos.
Además, es importante que estas soluciones sean accesibles para todos. Por ello, la Escuela de Ingeniería Bioquímica de la PUCV trabaja en colaboración con comunidades y empresas locales para implementar estas tecnologías en zonas afectadas por la escasez hídrica. Esta labor no solo contribuye a embellecer la calidad de vida de las personas, sino que también promueve un desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
La biotecnología es una herramienta poderosa que nos permite enfrentar los desafíos ambientales de nuestro tiempo. En la Escuela de Ingeniería Bioquímica de la PUCV, se está trabajando con pasión y lío en soluciones para la escasez hídrica, demostrando que es posible un futuro más