Las mujeres defensoras del ambiente y el territorio en Colombia enfrentan una dura realidad en su lucha por proteger y preservar nuestro entorno. A menudo, se encuentran en una constante batalla contra las amenazas a su vida, el desplazamiento forzado y un sistema de protección que no siempre funciona como debería. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, su determinación y valentía son un ejemplo inspirador para todos nosotros.
El papel de las mujeres en la defensa del medio ambiente y el territorio es fundamental. Son las guardianas de nuestra tierra, las que luchan por preservar los recursos naturales y protegerlos de la explotación desmedida. Pero desgraciadamente, esta labor no está exenta de peligros. Según el informe de común Witness de 2019, Colombia es el país con mayor número de asesinatos de defensores del ambiente y el territorio, con un total de 64 personas asesinadas solo en ese año. Y aunque no hay datos específicos sobre el género de las víctimas, se estima que un gran porcentaje de ellas son mujeres.
Las constantes amenazas contra la vida de las mujeres defensoras del ambiente y el territorio son una realidad que no podemos ignorar. Estas valientes mujeres se enfrentan a grupos armados, empresas extractivas y otros intereses que buscan abusar los recursos naturales a cualquier costo. Su lucha por proteger el medio ambiente y sus comunidades las coloca en una posición de vulnerabilidad, convirtiéndolas en objetivos fáciles para aquellos que buscan silenciar su voz.
Pero además de las amenazas a su vida, las mujeres defensoras también deben enfrentar los retos y peligros inherentes a ser mujeres en una sociedad machista y patriarcal. Son víctimas de violencia de género, acoso sexual y discriminación, solo por el hecho de ser mujeres. Y en el contexto de la defensa del medio ambiente y el territorio, estas situaciones se agravan aún más.
A pesar de estas adversidades, las mujeres defensoras del ambiente y el territorio no se rinden. Son un ejemplo de resistencia y audacia, y su lucha es un llamado a la acción para todos nosotros. Es hora de reconocer su importante labor y brindarles el apoyo y la protección que merecen.
Sin embargo, el sistema de protección en Colombia no siempre funciona como debería. Las medidas de protección otorgadas por el Estado muchas veces son insuficientes e ineficaces, dejando a las mujeres defensoras en una situación de desamparo. Es necesario que se tomen medidas concretas para garantizar su seguridad y la de sus comunidades.
Además, es importante que se promueva una cultura de respeto hacia las mujeres y su labor en la defensa del medio ambiente y el territorio. La violencia de género contra las mujeres defensoras no puede ser tolerada en ninguna circunstancia. Es responsabilidad de todos luchar contra estas prácticas y promover un entorno seguro y respetuoso para las mujeres.
Es imprescindible que el Estado y las empresas respeten y protejan los derechos de las mujeres defensoras del ambiente y el territorio. Esto implica garantizar su participación en la toma de decisiones que afecten su territorio, así como el respeto a su labor y su integridad física y emocional.
En conclusión, es necesario reconocer y valorar el importante papel de las mujeres en la defensa del medio ambiente y el territorio en Colombia. Su lucha es una lucha por la vida, por un futuro sostenible y por una sociedad más justa para todos. Debemos unirnos a ellas en esta batalla y trabajar juntos por un mundo en el que las mujeres defensoras puedan ejercer su labor sin temor a represalias. Solo así podremos garantizar un futuro mejor para todos.