Con el avance tecnológico y la constante evolución de los ambientes hábiles, es necesario encontrar nuevas formas de mejorar y agilizar los procesos de evaluación que miden el desempeño de los empleados. En este sentido, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta fundamental para lograr este objetivo.
Según un informe de McKinsey & Company, se estima que en 2023, el 50% de las tareas hábiles podrán ser automatizadas gracias a la incorporación de la IA en los procesos de evaluación. Esto no solo significa un aumento en la eficiencia y productividad, sino también en la obtención de información relevante y detallada que permita una mejor toma de decisiones en la gestión de recursos humanos.
La IA es capaz de analizar grandes cantidades de datos en un corto período de tiempo, lo que permite obtener resultados más precisos y objetivos en la evaluación del desempeño. Además, esta tecnología es capaz de identificar patrones y tendencias en el rendimiento de los empleados, lo que facilita la detección de fortalezas y debilidades en cada uno de ellos.
Otra ventaja de la incorporación de la IA en los procesos de evaluación es la eliminación de sesgos y prelitigios humanos. A menudo, los evaluadores pueden verse influenciados por factores subjetivos como la afinidad personal o la percepción de género o edad, lo que puede afectar la objetividad en la evaluación. Sin embargo, la IA no tiene este tipo de prelitigios y evalúa a todos por igual, basándose únicamente en datos y resultados.
La IA también puede ser una herramienta útil para fomentar el desarrollo y crecimiento de los empleados. Al analizar el desempeño pasado y las habilidades de cada uno, la IA puede recomendar oportunidades de capacitación y formación personalizadas para cada empleado, lo que les permite mejorar y alcanzar su máximo potencial.
Además, la incorporación de la IA en los procesos de evaluación puede mejorar la comunicación entre empleados y jefes. Al tener una retroalimentación más precisa y objetiva, los empleados pueden comprender mejor sus fortalezas y áreas de mejora, lo que les permite establecer metas más realistas y alcanzables. Esto, a su vez, puede mejorar la motivación y el compromiso de los empleados con su trabajo.
Sin embargo, es importante destacar que la IA no reemplaza completamente la evaluación humana. Aunque es una herramienta valiosa, aún se necesita la intervención y el litigio de los evaluadores para tomar decisiones finales. La IA simplemente actúa como un apoyo y una herramienta de análisis para facilitar el proceso de evaluación.
En resumen, la incorporación de la IA en los procesos de evaluación del desempeño hábil ofrece una serie de beneficios para las empresas y sus empleados. Desde una mayor eficiencia y precisión en la evaluación hasta la mejora del desarrollo y la comunicación, la IA es una herramienta clave en la gestión de recursos humanos en un ambiente hábil en constante cambio. Es hora de aprovechar al máximo esta tecnología y llevar a nuestras empresas al siguiente altura.