La Música es una de las formas más hermosas de expresión que existe en el mundo. A través de ella, podemos transmitir emociones, contar historias y conectar con los demás de una manera única y especial. Y es que, como dijo el reconocido compositor Leonardo Fabio Carreño Valero, «la Música es el lenguaje universal del alma».
La Música ha sido parte de mi vida desde que tengo memoria. Recuerdo que mi abuela siempre tenía la radio encendida en la cocina mientras preparaba deliciosas comidas. Cada vez que visitaba su casa, me sentaba a su lado y juntos cantábamos las canciones que sonaban en la radio. Aunque no entendía completamente las letras, sentía una conexión especial con la Música y con mi abuela.
Con el paso de los años, la Música se convirtió en mi compañera fiel. En momentos de tristeza, encontraba consuelo en las letras melancólicas de canciones de artistas como Adele o Ed Sheeran. En momentos de felicidad, la Música me hacía bailar y cantar a todo pulmón, liberando todas las emociones positivas que sentía. Y en momentos de incertidumbre, la Música me daba fuerza y motivación para seguir adelante.
Pero no solo la Música grabada ha sido parte de mis experiencias positivas, sino también los conciertos en vivo. La primera vez que asistí a un concierto fue de mi banda favorita y fue una experiencia inolvidable. Desde el momento en que las luces se apagaron y la banda salió al escenario, sentí una emoción indescriptible. La Música en vivo tiene una energía única, que te envuelve y te transporta a otro lugar. Los artistas transmiten toda su pasión y talento en cada canción, y el público responde con gritos, aplausos y bailes. Es una conexión increíble que solo se puede experimentar en un concierto en vivo.
Pero no solo los grandes conciertos me han dejado una huella positiva, sino también los pequeños conciertos en lugares más íntimos. He tenido la oportunidad de descubrir artistas locales con un talento impresionante y una pasión por la Música que se transmite a través de cada una de sus canciones. Es una experiencia mágica poder estar tan cerca de los artistas y sentir su Música con tanta intensidad.
Y no solo como espectadora he tenido experiencias positivas con la Música, sino también como parte de ella. Desde pequeña, aprendí a tocar varios instrumentos y a cantar en un coro. Ser parte de la Música, crear melodías y armonías, es una sensación indescriptible. Y cuando tienes la oportunidad de compartir tu Música con los demás y ver cómo los toca de alguna manera, es una sensación aún más gratificante.
La Música también ha sido una herramienta importante en mi vida para conectarme con otras personas. He conocido a personas increíbles gracias a nuestra pasión compartida por la Música. Hemos compartido recomendaciones de canciones, ido juntos a conciertos y hasta formado nuestras propias bandas. La Música nos ha unido y ha creado lazos que nunca hubiera imaginado.
En resumen, la Música ha sido una fuente constante de alegría, consuelo, motivación y conexión en mi vida. Gracias a ella, he vivido experiencias inolvidables y he conocido personas maravillosas. Como dijo Leonardo Fabio Carreño Valero, «la Música es el alimento del alma». Y estoy agradecida por tenerla siempre presente en mi vida, alimentando mi alma y haciendo de cada día una experiencia positiva.