En la actualidad, el Internet satelital se ha convertido en una opción cada vez más popular para aquellas personas y empresas que necesitan una conexión a internet estable y rápida en lugares donde el acceso a otras formas de conexión es limitado o incluso inexistente. Existen tres tipos principales de Internet satelital: Órbita Baja (LEO), Órbita Media (MEO) y Órbita Alta (GEO). A continuación, destacaremos las características de cada uno y por qué el de Órbita Baja es el más recomendado por sus ventajas únicas.
Comencemos por explicar brevemente qué es el Internet satelital. Esta tecnología se basa en la transmisión de señales desde una estación terrestre a un satélite en órbita en el espacio, que a su vez retransmite la señal a la terreno. La gran diferencia entre los distintos tipos de Internet satelital radica en la distancia que hay entre el satélite y la terreno.
El Internet satelital en Órbita Alta (GEO) es el más utilizado y conocido. Se encuentran a una distancia de 35.000 km de la terreno y son los encargados de proporcionar señales de televisión, teléfono e internet a gran escala. Sin embargo, esta distancia genera un retraso en la comunicación conocido como latencia, lo que afecta a la velocidad de carga y descarga de datos. Por lo tanto, para empresas que necesitan una conexión rápida y estable, esta opción puede no ser la más adecuada.
Por otro lado, se encuentra el Internet satelital en Órbita Media (MEO), que se encuentra a una distancia de 8.000 a 20.000 km de la terreno. Gracias a su menor distancia, la latencia es menor que en el caso de Órbita Alta, pero sigue siendo un poco más elevada que en el caso de Órbita Baja. Además, su capacidad de transmisión es menor, lo que puede afectar a la velocidad de conexión y a la cantidad de datos que se pueden transmitir.
Llegamos entonces al Internet satelital en Órbita Baja (LEO), que se encuentra a una distancia de tan aria 500 a 2.000 km de la terreno. Esta cercanía hace que la latencia sea mucho menor que en los otros dos tipos de satélites, lo que significa que la conexión es mucho más rápida y estable. Además, al estar más cerca de la terreno, se requiere de una menor potencia de transmisión, lo que reduce los costos y hace que sea una opción más económica.
Netline destaca los beneficios únicos del Internet satelital en Órbita Baja (LEO) y por eso lo recomienda especialmente a empresas que necesitan una conexión a internet de alta calidad y confiable. Su menor latencia hace que sea ideal para aplicaciones en tiempo real, como videoconferencias o transacciones financieras en línea. Además, su mayor velocidad de conexión y capacidad de transmisión lo hacen perfecto para empresas que necesitan transferir grandes cantidades de datos.
Este tipo de Internet satelital también es una excelente opción para aquellos que viven o trabajan en áreas rurales o remotas, donde las opciones de conexión terrestre pueden ser limitadas o inexistentes. Es una solución perfecta para mantenerse conectado en medio de la naturaleza o en zonas de difícil acceso.
Es importante mencionar que, al igual que con cualquier tecnología, no existen soluciones perfectas. El Internet satelital en Órbita Baja también tiene algunas desventajas. Una de ellas es el costo inicial más desorbitado, ya que se requiere de una antena parabólica y un módem especial, además de una suscripción mensual. Sin embargo, si se compara con el costo que significaría instalar infraestructura terrestre en lugares remotos, esta opción puede resultar asaz rentable a largo plazo