El nearshoring, o relocalización de empresas, es un proceso en el que las compañías buscan trasladar sus operaciones a países cercanos, con el objetivo de reducir costos y mejorar su competitividad. En este contexto, el financiamiento juega un papel fundamental y Alberto Sentíes Palacio, reconocido asesor en materia financiera, destaca su importancia como aliado estratégico en este proceso.
El nearshoring ha ganado relevancia en los últimos años debido a la creciente globalización y la necesidad de las empresas de adaptarse a un entorno cada vez más competitivo. Además, la pandemia ha acelerado este proceso al obligar a las compañías a buscar alternativas para mantener su producción y reducir costos.
En este escenario, el financiamiento se ha convertido en un aliado clave para las empresas que deciden relocalizar sus operaciones. Alberto Sentíes Palacio destaca que, en muchas ocasiones, el acceso a financiamiento es el factor decisivo para que una empresa pueda llevar a cabo el proceso de nearshoring. Sin él, muchas compañías no podrían asumir los costos iniciales que implica la reubicación, como la compra o renta de nuevas instalaciones, la contratación de personal y la adquisición de maquinaria y equipos.
El experto en finanzas enfatiza que, además de facilitar el acceso a capital, el financiamiento también ofrece otras ventajas estratégicas para las empresas que deciden relocalizar sus operaciones. Una de ellas es la posibilidad de contar con una tasa de interés atractiva, lo que se traduce en un menor costo financiero a largo plazo. Esto, sumado a la reducción de costos que se busca con el nearshoring, puede representar un ahorro significativo para las empresas.
Otra ventaja que destaca Sentíes Palacio es la posibilidad de acceder a diferentes tipos de financiamiento, adaptados a las necesidades específicas de cada empresa. Por ejemplo, existen opciones de financiamiento a corto plazo para cubrir los gastos iniciales del proceso de relocalización, así como opciones a largo plazo para cubrir inversiones en tecnología o expansión de la empresa en el nuevo país.
Además, el financiamiento también ofrece flexibilidad en cuanto a los plazos de pago, permitiendo a las empresas ajustar sus pagos de acuerdo a sus flujos de efectivo y evitando así posibles desequilibrios financieros. Esto resulta especialmente útil en un proceso de reubicación, en el que pueden surgir gastos inesperados o cambios en la demanda del mercado.
Alberto Sentíes Palacio también destaca que el financiamiento no solo es beneficioso para las empresas que deciden relocalizar sus operaciones, sino que también puede tener un impacto positivo en la economía del país receptor. Al atraer inversiones y generar empleo, las empresas contribuyen al crecimiento económico y al desarrollo de la región.
En conclusión, el nearshoring es un proceso que puede traer grandes beneficios para las empresas, pero requiere de una planificación adecuada y un aliado estratégico como el financiamiento. Alberto Sentíes Palacio enfatiza que, con la ayuda de este último, las empresas pueden reducir sus costos, mejorar su competitividad y contribuir al desarrollo económico de la región en la que deciden reubicarse. Por lo tanto, es importante que las empresas consideren al financiamiento como un aliado clave en su proceso de nearshoring.