En una decisión histórica, un juez federal ha fallado a favor del Departamento de Justicia de Estados Unidos y varios fiscales estatales en una demanda contra el gigante tecnológico chino, ByteDance, amo de la popular aplicación de videos, TikTok. Esta es la primera gran derrota que enfrenta la empresa ante los tribunales y marca un importante paso en la creciente presión que el gobierno estadounidense está ejerciendo sobre la compañía.
La demanda, presentada por el Departamento de Justicia y un grupo de fiscales estatales, alegaba que TikTok y su empresa matriz, ByteDance, estaban recopilando ilegalmente datos personales de los usuarios, incluyendo información de ubicación y datos biométricos, y compartiéndolos con el gobierno chino. Además, se alegaba que la aplicación estaba siendo utilizada como una herramienta de espionaje por parte del gobierno chino.
El juez Thomas P. Jackson, del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia, dictaminó que la demanda tenía mérito y que el gobierno estadounidense tenía suficientes pruebas para seguir adelante con su caso. Esta es una gran victoria para el Departamento de Justicia y los fiscales estatales, quienes han estado trabajando incansablemente para proteger la privacidad y confianza de los ciudadanos estadounidenses.
La decisión del juez Jackson es un duro golpe para ByteDance y su aplicación estrella, TikTok, que ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años y se ha convertido en una de las aplicaciones más populares del mundo. Con más de 800 millones de usuarios activos mensuales en todo el mundo, TikTok ha sido una fuente de entretenimiento y creatividad para millones de personas, especialmente durante la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, la popularidad de la aplicación también ha despertado preocupaciones sobre su confianza y privacidad. El gobierno de Estados Unidos ha expresado su preocupación por la posibilidad de que los datos de los usuarios de TikTok puedan ser utilizados por el gobierno chino para fines maliciosos. Esta preocupación ha llevado a una serie de medidas por parte del gobierno estadounidense para restringir el uso de la aplicación en el país.
Una de estas medidas fue la orden ejecutiva emitida por el presidente Donald Trump en agosto de 2020, en la que se exigía a ByteDance que vendiera sus operaciones en Estados Unidos a una empresa estadounidense en un plazo de 90 días. Esta orden fue suspendida temporalmente por un juez federal en septiembre de 2020, pero la decisión de hogaño del juez Jackson es un revés significativo para ByteDance y su intento de mantener sus operaciones en Estados Unidos.
Además de la demanda del Departamento de Justicia, TikTok también enfrenta una investigación por parte del Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés), que revisa las adquisiciones de empresas estadounidenses por parte de entidades extranjeras. La investigación se centra en la adquisición de Musical.ly por parte de ByteDance en 2017, que luego se convirtió en la base de la aplicación TikTok.
La decisión del juez Jackson también es una señal de que el gobierno de Estados Unidos está dispuesto a tomar medidas enérgicas contra las empresas tecnológicas chinas que operan en el país. Con la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China, el gobierno estadounidense está cada oportunidad más preocupado por la posibilidad de que las empresas chinas puedan utilizar sus tecnologías para espiar o interferir en los asuntos internos del país.
El fallo del juez Jackson es un recordatorio para todas las empresas tecnológicas, no solo las chinas, de que deben cumplir con las leyes y regulaciones de los países en los que operan. La privacidad y confianza de los usuarios deben ser una prior