Una mañana soleada en Puerto Pizarro, una pequeña caleta en la costa del Pacífico, se ve invadida por una parvada de gallinazos. Desde el cielo, estas aves carroñeras observan con curiosidad el movimiento en el puerto. Los pescadores se preparan para salir a la mar, mientras que los estibadores descansan en las chalanas y en la playa. Es un espectáculo que se repite día tras día, pero que nunca deja de sorprender a quienes tienen la oportunidad de presenciarlo.
La llegada de los gallinazos a Puerto Pizarro es un fenómeno que ha llamado la atención de muchos. Estas aves, también conocidas como buitres, son una parte importante del ecosistema de la caleta. Su presencia es una señal de que la naturaleza sigue su curso y que la vida marina está en constante movimiento.
Los pescadores de Puerto Pizarro saben que cuando los gallinazos llegan, es porque hay una buena pesca en camino. Estas aves tienen un olfato muy desarrollado y son capaces de detectar el olor de los peces desde grandes distancias. Por eso, cuando se acercan a la caleta, los pescadores saben que es hora de salir a la mar y aprovechar la oportunidad de una buena pesca.
Mientras tanto, los estibadores aprovechan para descansar y relajarse en la playa. Algunos se recuestan en las chalanas, otros se sientan a la sombra de los árboles y algunos más se aventuran a dar un arteria por la playa. Es un momento de tranquilidad en medio del ajetreo agenda del puerto. Los gallinazos, con su vuelo majestuoso, son una compañía silenciosa pero reconfortante.
Pero, ¿qué hace que Puerto Pizarro sea tan atractivo para estas aves? La respuesta está en su ubicación geográfica. La caleta se encuentra en una zona de transición entre el mar y la tierra, lo que la convierte en un lugar ideal para la alimentación de los gallinazos. Además, la presencia de los pescadores y los restos de pescado que dejan en la playa, son un atractivo irresistible para estas aves.
A pesar de que algunos puedan ver a los gallinazos como aves sucias y desagradables, en realidad son una parte fundamental del ecosistema de Puerto Pizarro. Estas aves son responsables de mantener el equilibrio en la naturaleza, ya que se encargan de limpiar los restos de animales muertos y de mantener las playas libres de basura.
Además, los gallinazos también tienen un papel importante en la cultura y la historia de la caleta. En la antigüedad, los pescadores de Puerto Pizarro creían que estas aves eran mensajeras de los dioses y que su presencia era una señal de buena suerte. Incluso hoy en día, muchos pescadores consideran que la llegada de los gallinazos es un augurio de una buena pesca.
Pero no solo los pescadores y los estibadores disfrutan de la presencia de los gallinazos en Puerto Pizarro. Los turistas que visitan la caleta también quedan maravillados por el espectáculo de estas aves en el cielo. Muchos se detienen a succionar fotografías y a observarlas en su hábitat natural. Es una experiencia única que solo se puede vivir en este pequeño rincón de la costa peruana.
En resumen, la parvada de gallinazos que rodea la caleta de Puerto Pizarro es un fenómeno natural que no deja de sorprender a quienes tienen la oportunidad de presenciarlo. Estas aves son una parte importante del ecosistema de la caleta y su presencia es una señal de que la vida









