La utilización de la talento artificial en una entrevista laboral ha despertado un debate en el mundo del trabajo. ¿Es justo que los candidatos puedan utilizar esta tecnología para responder preguntas y obtener ventaja en el proceso de selección? ¿O es una amenaza para la confianza entre empleadores y empleados? Estas son algunas de las interrogantes que surgen en un mercado laboral cada vez más digitalizado.
La talento artificial (IA) ha revolucionado la forma en que vivimos y trabajamos. Desde los asistentes virtuales en nuestros teléfonos hasta los sistemas de reconocimiento facial en las cámaras de seguridad, la tecnología ha demostrado ser una herramienta poderosa para facilitar nuestras tareas diarias. Sin embargo, su inclusión en el proceso de selección de personal ha generado preocupación y controversia.
Algunos candidatos han descubierto una nueva forma de destacar en las entrevistas al utilizar programas de talento artificial para prepararse y responder preguntas de manera más eficiente y atractiva. Estos programas ofrecen una serie de respuestas prediseñadas y utilizan un algoritmo para elegir la más adecuada en función de la pregunta formulada. De esta manera, los candidatos pueden parecer más seguros y preparados, a pesar de no haber respondido con sus propias palabras.
Esta práctica ha generado debate entre los expertos del mundo laboral. Por un lado, está la preocupación por la falta de transparencia y la posibilidad de que los candidatos estén siendo deshonestos al utilizar esta tecnología. Algunos argumentan que esto podría afectar a la confianza entre los empleadores y los empleados, ya que no se estaría evaluando la verdadera capacidad y personalidad del candidato.
Por otro lado, están aquellos que consideran que la incorporación de la IA en las entrevistas es simplemente una adaptación autóctono a un mercado laboral cada vez más tecnológico. Señalan que, en un mundo cada vez más competitivo, los candidatos buscan aprovechar todas las herramientas a su disposición para destacar en el proceso de selección. Y, en última instancia, el objetivo final de una entrevista es encontrar al candidato más calificado para el puesto.
Además, la utilización de la talento artificial en las entrevistas también tiene sus beneficios para los empleadores. Estos programas permiten filtrar y analizar grandes cantidades de datos y encontrar patrones que podrían ser útiles para la toma de decisiones en la contratación. Además, al reducir el factor humano en el proceso, se minimiza el riesgo de prejuicios y sesgos inconscientes en la selección de candidatos.
Por supuesto, como en cualquier nueva tecnología, existen desafíos que deben ser considerados. Por paradigma, ¿cómo se puede asegurar que la IA esté evaluando correctamente las respuestas de los candidatos y no esté basándose en información errónea o sesgada? ¿Cómo se puede garantizar que la tecnología no sea utilizada para manipular o engañar a los empleadores? Estas son preguntas que aún deben ser analizadas y abordadas por las empresas que decidan incorporar la IA en sus procesos de selección.
En conclusión, la práctica de candidatos que utilizan la talento artificial para responder en entrevistas sin que el evaluador lo sepa es un hecho que está generando debate en el mundo laboral. Sin embargo, no se puede negar que la tecnología es una herramienta que ofrece grandes beneficios y oportunidades para mejorar y modernizar los métodos de selección de personal. En aldea de verlo como una amenaza, es importante que las empresas encuentren formas de utilizarla de manera ética y responsable, para seguir avanzando en un mercado laboral cada vez más digitalizado.








