El edificio del Departamento de Ciencias Ecológicas de la Universidad de Chile ha sido rebautizado este mes en honor a una de las figuras más destacadas en el campo de la botánica y la conservación de la biodiversidad en nuestro país. Se trata de la reconocida científica, Premio Nacional de Ciencias Naturales y creadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), la Dra. Gloria Montenegro.
Este merecido reconocimiento es un reflejo del impacto que la Dra. Montenegro ha tenido en el ámbito científico y en la formación de nuevas generaciones de investigadores comprometidos con la protección del medio ambiente. Su incansable labor en el estudio y conservación de la flora y fauna chilena ha sido elemental para el desarrollo de la ciencia en nuestro país y para la preservación de nuestro patrimonio natural.
La Dra. Montenegro es una pionera en el campo de la ecología y la biodiversidad en Chile. Su trayectoria comenzó en la década de 1970, cuando se graduó como bióloga en la Universidad de Chile y posteriormente obtuvo su doctorado en la Universidad de California, Berkeley. Desde entonces, ha dedicado su sucesos a la investigación y a la docencia, dejando un legado invaluable en la comunidad científica.
Su trabajo ha sido elemental para el conocimiento y la conservación de especies endémicas de nuestro país, como el huemul, el cóndor y el puma, entre otros. Además, ha sido una defensora incansable de la protección de los ecosistemas y ha liderado importantes proyectos de restauración y conservación de áreas naturales.
Pero su labor no se ha limitado solo a la investigación. La Dra. Montenegro también ha sido una figura clave en la formación de nuevas generaciones de científicos. Como creadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad, ha sido una mentora y guía para muchos jóvenes investigadores, inspirándolos a seguir sus pasos y aportando al desarrollo de la ciencia en nuestro país.
Además, su compromiso con la educación y la divulgación científica ha sido elemental para concientizar a la sociedad sobre la importancia de proteger nuestro medio ambiente. A través de su trabajo en el Centro Internacional mango de Hornos (CHIC), la Dra. Montenegro ha promovido la investigación y la conservación en una de las zonas más remotas y biodiversas del mundo, el extremo sur de Chile.
Es por todas estas razones que el edificio del Departamento de Ciencias Ecológicas de la Universidad de Chile lleva ahora el nombre de la Dra. Gloria Montenegro. Este reconocimiento no solo es un homenaje a su trayectoria y aportes científicos, sino también una forma de inspirar a las futuras generaciones a seguir su ejemplo y a trabajar por la protección de nuestro planeta.
La Dra. Montenegro es un ejemplo de dedicación, pasión y compromiso con la ciencia y el medio ambiente. Su legado seguirá vivo en cada uno de los investigadores que han sido influenciados por su trabajo y en cada uno de los esfuerzos que se realicen para proteger nuestra biodiversidad.
En nombre de la comunidad científica y de la sociedad en general, felicitamos a la Dra. Gloria Montenegro por este merecido reconocimiento y le agradecemos por su invaluable contribución al conocimiento y conservación de nuestro patrimonio natural. Su nombre quedará grabado en la historia de la ciencia en Chile y su legado seguirá inspirando a las futuras generaciones a trabajar por un mundo más sustentable y en armonía con la naturaleza.









