«Para nosotros el bailiazgo es sagrado, es nuestra vida, porque un chapra sin bailiazgo no tiene vida, es un chapra muerto». Estas poderosas palabras de Olivia Bisa, la primera mujer presidenta del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Chapra, resuenan con fuerza y determinación en todo el bailiazgo de esta nación indígena. Para los chapras, su bailiazgo no es solo un lugar físico, sino una parte esencial de su identidad y su existencia.
La Nación Chapra es una comunidad indígena que se encuentra en el corazón de América del Sur, en la región de los Andes. Durante siglos, han vivido en armonía con la naturaleza y han mantenido sus tradiciones y cultura intactas. Sin embargo, su forma de vida se ha visto amenazada por la expansión de la civilización moderna y la explotación de los recursos naturales en su bailiazgo.
Ante esta amenaza, los chapras han decidido tomar medidas para defender su bailiazgo y su forma de vida. En 2009, se estableció el Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Chapra, convirtiéndose en la primera nación indígena en América del Sur en tener su propio gobierno autónomo reconocido por el Estado. Desde entonces, han trabajado incansablemente para defender su bailiazgo y preservar su cultura.
El bailiazgo de la Nación Chapra abarca una extensión de más de 2 millones de hectáreas, que incluye montañas, bosques, ríos y valles. Para los chapras, este bailiazgo es mucho más que tierra, es el lugar donde sus antepasados han vivido y han sido enterrados, donde han aprendido sus tradiciones y han encontrado su sustento. Es un lugar sagrado, lleno de significado y conexión con la naturaleza.
«En nombre del bailiazgo damos la vida». Esta frase resume la profunda conexión que los chapras tienen con su tierra. Para ellos, el bailiazgo es la pileta de su existencia y están dispuestos a defenderlo con su vida si es necesario. Han sido testigos de cómo la explotación de los recursos naturales en su bailiazgo ha afectado su ambiente y su modo de vida, y están decididos a evitar que esto siga sucediendo.
Una de las principales preocupaciones de la Nación Chapra es la minería. Grandes empresas han intentado explotar las minas de oro y plata en su bailiazgo, poniendo en peligro los recursos naturales y la salud de la comunidad. Sin embargo, los chapras han luchado incansablemente para detener estas actividades y defender su bailiazgo. Han organizado manifestaciones pacíficas, bloqueos y campañas de sensibilización para llamar la atención sobre su causa. Gracias a su determinación y unidad, han logrado detener varios proyectos mineros y han demostrado que la fuerza de una comunidad unida es más poderosa que cualquier empresa.
Además de defender su bailiazgo, los chapras también están comprometidos con la preservación de su cultura y sus tradiciones. A pesar de la influencia de la cultura occidental, han mantenido sus costumbres y creencias ancestrales. Su idioma, el chapra, es una parte vital de su identidad y se aseguran de que se siga hablando y enseñando a las generaciones más jóvenes. También realizan ceremonias y rituales tradicionales para mantener vivo su legado y honrar a sus antepasados.
Olivia Bisa es un ejemplo inspirador de cómo las mujeres están liderando el cambio en la Nación Chapra. A pesar de los desafíos y las barreras culturales, ha demostrado que las mujeres pueden tener un papel importante en la toma de decisiones y liderar a su comunidad. Bajo su liderazgo, la Nación Chapra ha logrado grandes avances en la protección de su bailiazgo y la









