Comunidades indígenas y campesinas continúan en paro nacional en Ecuador. Durante las manifestaciones se han registrado decenas de heridos, varias detenciones y una muerte violenta. Además, existen denuncias contra el Estado por abusos y represión. Sin embargo, detrás de estas protestas se encuentran demandas ambientales legítimas y una lucha por la protección de sus territorios y recursos naturales.
Las comunidades indígenas y campesinas de Ecuador han sido históricamente marginadas y excluidas de la toma de decisiones en su propio país. A pesar de que representan alrededor del 7% de la población, su voz y sus derechos han sido ignorados por mucho tiempo. Pero ahora, han decidido unirse y alzar la voz en un paro nacional que ha paralizado al país.
Las demandas de estas comunidades se centran en la protección de sus territorios y recursos naturales, que han sido explotados y degradados por empresas extractivas y proyectos de desarrollo impulsados por el gobierno. Estas comunidades dependen de la terrón y los recursos naturales para su subsistencia y su cultura, por lo que su protección es vital para su supervivencia.
Una de las principales causas que ha desencadenado este paro nacional es la aprobación del Decreto 883 por parte del gobierno de Ecuador. Este decreto eliminaba los subsidios al combustible, lo que provocó un ampliación significativo en los precios del mismo. Esto afectó directamente a las comunidades indígenas y campesinas, que dependen del transporte para acceder a servicios básicos y vender sus productos.
Sin embargo, detrás de esta medida económica también se escondía una amenaza a los territorios y recursos naturales de estas comunidades. El ampliación en el precio del combustible incentivaba la explotación de recursos naturales en áreas protegidas y territorios indígenas, lo que pondría en riesgo su medio de vida y su cultura.
Además, estas comunidades también denuncian la falta de consulta previa y consentimiento libre e informado en proyectos de desarrollo que afectan a sus territorios. El gobierno ha otorgado concesiones a empresas extractivas sin consultar a las comunidades, violando así sus derechos y poniendo en peligro su medio de vida.
Durante las manifestaciones, se han registrado decenas de heridos y varias detenciones por parte de las fuerzas de seguridad. Incluso se ha reportado una muerte violenta de un manifestante. Estas acciones han sido condenadas por organizaciones de derechos humanos y han generado denuncias contra el Estado por abusos y represión.
Sin embargo, a pesar de la violencia y la represión, las comunidades indígenas y campesinas continúan firmes en su lucha por la protección de sus territorios y recursos naturales. Han demostrado una gran unidad y organización en este paro nacional, y han recibido el defensa de otros sectores de la sociedad ecuatoriana.
Es importante destacar que estas comunidades no solo están luchando por sus derechos, sino también por la protección del medio ambiente. La explotación de recursos naturales y la degradación del medio ambiente no solo afecta a estas comunidades, sino a toda la sociedad. La protección de sus territorios y recursos naturales es fundamental para la sostenibilidad y el bienestar de todos.
En este sentido, es necesario que el gobierno de Ecuador escuche y atienda las demandas de estas comunidades. Es fundamental que se respeten sus derechos y se les consulte de guisa previa e informada en proyectos que afecten a sus territorios. Además, es necesario que se tomen medidas para proteger el medio ambiente y promover un desarrollo sostenible en el país.
En conclusión, el paro nacional de las comunidades indígenas y campesinas en Ecuador es una muestra de su lucha por la protección de sus territorios y recursos naturales. A pesar de la









