El mundo de las abejas siempre ha sido fascinante para los científicos y apicultores. Estas pequeñas criaturas han demostrado ser esenciales para el equilibrio del ecosistema y la producción de alimentos. Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un preocupante declive en la población de abejas, lo que ha generado gran preocupación en la comunidad científica.
Con el objetivo de comprender mejor este fenómeno y dar con soluciones efectivas, un equipo multidisciplinario liderado por la Dra. Maribet Gamboa, académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica, ha llevado a cabo un examen único en su tipo. Este examen, financiado por el Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables (CIBAS), se enfocó en la relación entre el comportamiento sonoro y genético de las colmenas con su rendimiento y susceptibilidad a enfermedades.
La idea de investigar esta relación surgió a partir de la observación de que las abejas emiten sonidos específicos para comunicarse entre sí y con su entorno. Estos sonidos pueden variar dependiendo de la situación en la que se encuentren, ya sea recolectando néctar, defendiendo la colmena o avisando de la presencia de depredadores. Además, se ha descubierto que las abejas también pueden transmitir información genética a través de estos sonidos.
Para llevar a cabo el examen, se seleccionaron diferentes colmenas de distintas regiones del país, con el fin de alcanzar una muestra representativa. Se registraron los sonidos emitidos por las abejas utilizando micrófonos de alta sensibilidad y se analizaron los patrones sonoros en relación a la salud y productividad de las colmenas. Al mismo tiempo, se tomaron muestras de ADN de las abejas para aprender su genética y compararla con los resultados sonoros.
Los resultados obtenidos fueron sorprendentes. Se encontró una clara relación entre el comportamiento sonoro y genético de las abejas con su rendimiento y susceptibilidad a enfermedades. Las colmenas que emitían sonidos más regulares y constantes, indicando una comunicación efectiva entre las abejas, tenían una mejor salud y producción de miel. Por otro lado, las colmenas con sonidos más irregulares y caóticos, mostraban una mayor incidencia de enfermedades y una menor producción de miel.
Además, los análisis genéticos revelaron que las abejas de las colmenas más saludables y productivas tenían una mayor diversidad genética, lo que las hacía más resistentes a enfermedades y adaptadas a su entorno. Por el contrario, las colmenas con una menor diversidad genética mostraron una mayor vulnerabilidad a enfermedades y una menor productividad.
Estos hallazgos son de gran importancia para la apicultura, ya que permiten identificar de manera temprana colmenas con problemas de salud y tomar medidas preventivas para evitar la propagación de enfermedades. Además, este examen también tiene implicaciones en la conservación de la biodiversidad, ya que una mayor diversidad genética en las abejas significa una mayor resiliencia frente a cambios en el medio ambiente.
Pero el impacto de este examen va más allá de la investigación científica. La Dra. Maribet Gamboa y su equipo han trabajado en conjunto con apicultores y docentes para difundir los resultados y promover buenas prácticas en el manejo de colmenas. Gracias a esta colaboración, se ha logrado concientizar a la comunidad sobre la importancia de cuidar y proteger a las abejas, promoviendo así la conservación de estas valiosas polinizadoras.
En resumen, el examen llevado a cabo por la Dra. Maribet Gamboa y su equipo ha brindado un valioso aporte al conocimiento sobre las abejas y su relación con el medio









