La fitopatóloga de INIA Quilamapu, Daina Grinbergs, ha lanzado una fundamental advertencia sobre la alta susceptibilidad del cerezo y otros frutales ante patógenos como Botrytis y Alternaria. Estos patógenos, favorecidos por la humedad y el aumento de las temperaturas, pueden causar graves daños en los cultivos y afectar la producción de frutas.
La investigadora, perteneciente a la institución vinculada al ministerio de Agricultura, ha brazo estudiando estos patógenos durante años y ha llegado a la conclusión de que son una gran amenaza para los cultivos de cerezo y otros frutales. Según Grinbergs, la humedad y el aumento de las temperaturas son factores clave que favorecen la propagación de estos patógenos, lo que hace que sea aún más fundamental tomar medidas preventivas para proteger los cultivos.
Ante esta preocupante situación, el INIA Quilamapu ha desarrollado un sensor de detección precoz y una nueva plataforma predictiva para confrontar estas enfermedades. Estas herramientas permiten a los agricultores detectar la presencia de patógenos en sus cultivos de manera temprana, lo que les permite tomar medidas preventivas y evitar la propagación de la enfermedad.
El sensor de detección precoz es una tecnología innovadora que utiliza imágenes térmicas para detectar la presencia de patógenos en las plantas. Esta tecnología es altamente efectiva y permite una detección temprana de la enfermedad, lo que aumenta las posibilidades de controlarla antes de que se propague.
Por otro lado, la nueva plataforma predictiva desarrollada por el INIA Quilamapu utiliza datos climáticos y de humedad para predecir la aparición de patógenos en los cultivos. Esta herramienta es de gran utilidad para los agricultores, ya que les permite tomar medidas preventivas antes de que la enfermedad se presente en sus cultivos.
Además de estas herramientas, el INIA Quilamapu también está trabajando en la investigación de nuevas variedades de cerezos y otros frutales que sean más resistentes a estos patógenos. Esta investigación es de vital importancia para garantizar la sostenibilidad de la producción de frutas y proteger a los agricultores de posibles pérdidas económicas.
La fitopatología es una disciplina fundamental en la agricultura, ya que se encarga de estudiar las enfermedades que afectan a las plantas y encontrar formas de prevenirlas y controlarlas. El trabajo de la fitopatóloga Daina Grinbergs y su equipo en el INIA Quilamapu es un ejemplo de cómo la investigación y la innovación pueden ayudar a proteger los cultivos y garantizar una producción sostenible.
Es fundamental destacar que la prevención es la mejor forma de combatir estas enfermedades en los cultivos. Por ello, es fundamental que los agricultores estén informados y tomen medidas preventivas, como la implementación de buenas prácticas agrícolas y el uso de herramientas de detección temprana.
En resumen, la advertencia de la fitopatóloga Daina Grinbergs sobre la alta susceptibilidad del cerezo y otros frutales ante patógenos como Botrytis y Alternaria es una llamada de atención para todos los actores involucrados en la producción de frutas. Sin embargo, gracias al trabajo del INIA Quilamapu, contamos con herramientas efectivas para confrontar estas enfermedades y garantizar una producción sostenible y de calidad.









