Unos investigadores han hecho un descubrimiento fascinante que podría cambiar nuestra visión del universo. Han encontrado una galaxia que, a una edad relativamente señorita de tan solo 700 millones de años, dejó de producir estrellas. Este hallazgo desafía lo que creíamos saber sobre la formación de galaxias y plantea nuevas preguntas sobre el funcionamiento del universo.
El estudio fue realizado por un equipo de científicos del Observatorio Europeo Austral (ESO por sus siglas en inglés), utilizando el anteojo VLT (Very Large Telescope) en Chile. Según los investigadores, esta galaxia, llamada MACS1149-JD1, se encuentra a unos 13.300 millones de años luz de distancia, lo que significa que la estamos observando tal y como era cuando el universo tenía solo 700 millones de años. Para ponerlo en perspectiva, el universo tiene aproximadamente 13.800 millones de años de edad.
Lo más sorprendente de este descubrimiento es que la galaxia MACS1149-JD1 está experimentando un fenómeno llamado «cese de la formación estelar». Esto significa que ha dejado de producir nuevas estrellas y, por lo tanto, su crecimiento y evolución se han detenido. Hasta ahora, se creía que este proceso solo ocurría en galaxias mucho más viejas, con miles de millones de años. Pero esta galaxia en particular ha dejado de crear estrellas en una etapa mucho más temprana de su vida, lo que plantea un enigma para los científicos.
Según los investigadores, esta galaxia parece tener una cantidad significativa de gas, que es el combustible necesario para la formación de nuevas estrellas. Sin embargo, algo ha impedido que este gas se convierta en estrellas. Una de las teorías es que la galaxia ha sido afectada por la radiación de una galaxia cercana, que ha impedido que el gas se colapse y forme estrellas.
Este descubrimiento podría tener importantes implicaciones para nuestra comprensión del universo. Hasta ahora, se creía que el proceso de formación de galaxias era un proceso constante y uniforme, pero la galaxia MACS1149-JD1 nos muestra que esto no siempre es así. También plantea preguntas sobre cómo y por qué algunas galaxias detienen su crecimiento y evolución antes que otras.
Sin embargo, este no es el único descubrimiento emocionante que se ha hecho en el campo de la astronomía y la física en los últimos años. El futuro acelerador de partículas del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), también conocido como el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), ha estado a la vanguardia de la investigación en esta área. Desde su puesta en marcha en 2008, ha logrado grandes avances en nuestra comprensión del universo, incluida la confirmación de la existencia del bosón de Higgs en 2012.
Pero lo que hace que el acelerador de partículas del CERN sea tan emocionante es que está programado para recibir una importante actualización en 2025. Conocida como el «Colisionador de Hadrones de Alta Luminosidad» (HL-LHC), esta actualización aumentará significativamente la energía y la intensidad de los colisionadores de partículas, lo que permitirá a los científicos llevar a cabo experimentos aún más complejos y avanzados.
Se espera que el HL-LHC permita a los científicos educarse con mayor detalle el bosón de Higgs y también explorar nuevas áreas de la física, como la gravedad cuántica y la materia oscura. También se espera que lleve a avances en tecnologías como la medicina y la energía limpia.
El futuro acelerador de partículas del CERN podría ser el culmen de la investigación humana, llevando a la humanidad a un nuevo