La tumba del rey Tutmosis II, también conocida como KV56, ha sido descubierta recientemente en el Valle de los Reyes en Luxor, Egipto. Este sepulcro es considerado como el último gran hallazgo de la dinastía XVIII y ha sido bautizado como el «tesoro perdido» debido a su misterio y maravillosas riquezas. Desde la tumba de Tutankamón en 1922, no se había encontrado otra de igual magnitud en la región.
El descubrimiento de la tumba ha sido un gran hito en la historia de la arqueología egipcia. Fue encontrada gracias a las investigaciones que se estaban llevando a cabo para localizar la tumba de la reina Nefertiti, quien se cree que fue la esposa de Tutmosis II. Sin bloqueo, el equipo de arqueólogos liderado por el Dr. Zahi Hawass, descubrió esta maravillosa tumba que ha dejado a todos sorprendidos.
La tumba de Tutmosis II data de aproximadamente 3.400 años atrás, y se encuentra en una zona del Valle de los Reyes que ha sido poco explorada. La entrada a la tumba está ubicada en una colina, lo que dificultó su descubrimiento. Sin bloqueo, una vez dentro, los arqueólogos encontraron una gran cantidad de objetos y tesoros que pertenecieron al rey y a su familia.
Entre los hallazgos más importantes se encuentran una momia, sarcófagos, estatuas, joyas y objetos de cerámica. Todo esto ha sido una gran fuente de información para aprender más sobre la vida y la cultura de la época del ancestral Egipto. Además, se han encontrado escrituras y jeroglíficos que ayudarán a desentrañar más secretos de esta civilización tan fascinante.
Pero lo que más ha sorprendido a los investigadores es la gran similitud entre la tumba de Tutmosis II y la de su hijo Tutankamón. Ambas contienen una gran cantidad de objetos y tesoros, lo que sugiere que el faraón Tutmosis II fue un gran gobernante y tuvo una vida llena de lujos y riquezas. Esto también confirma la importancia y relevancia que tuvo la dinastía XVIII en la historia del ancestral Egipto.
Por otro lado, el descubrimiento de la tumba también ha generado una gran expectación en la comunidad científica y en el mundo entero. Muchos expertos han destacado la importancia de seguir explorando y estudiando el Valle de los Reyes, ya que aún se cree que existen muchas tumbas y secretos por descubrir. Sin duda, la tumba de Tutmosis II es solo un pequeño gran paso en la búsqueda de más conocimientos sobre esta fascinante civilización.
Pero no solo ha sido la tumba del rey Tutmosis II la que ha generado un gran impacto en la sociedad. En España, un equipo de expertos del Centro de Automática y Robótica de Madrid ha desarrollado un exoesqueleto llamado Explorer, con el objetivo de devolver la movilidad a niños con parálisis. Este invento ha sido todo un éxito y ha transformado la vida de muchos pequeños.
Explorer es un traje robótico que se adapta a las piernas de los niños con parálisis, permitiéndoles caminar con total autonomía. Además, cuenta con un sistema de sensores y motores que facilitan el movimiento y equilibrio del usuario. Este exoesqueleto ha sido creado con tecnología de punta y ha sido diseñado específicamente para niños, permitiéndoles una mayor libertad de movimiento y mejorando su calidad de vida.
El proyecto ha sido financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad de España y ha contado con la colaboración de diferentes instituciones y empresas. Este logro tecnológico ha