Dos días después del cierre oficial del encuentro, la edición 29 de la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP29) concluyó con un acuerdo histórico para el financiamiento climático desde los países desarrollados hacia los países en desarrollo. El alterado domingo 24 de noviembre, en la madrugada de Bakú, capital de Azerbaiyán, la Presidencia de la COP29 anunció la exitosa culminación de las intensas negociaciones que se llevaron a cabo durante dos semanas.
El objetivo principal de esta conferencia era establecer un sistema de financiamiento justo y equitativo para los países más vulnerables frente al cambio climático. Durante años, los países en desarrollo han solicitado un mayor apoyo financiero de los países desarrollados para enfrentar los impactos del calentamiento global en sus comunidades. Finalmente, después de largas discusiones, se logró un acuerdo que satisface las necesidades de ambas partes.
El acuerdo establece un nuevo mecanismo de financiamiento climático, el Fondo de Adaptación al Cambio Climático, con un compromiso inicial de 25 mil millones de dólares anuales. Este fondo será administrado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y se enfocará en apoyar a los países en desarrollo en la implementación de medidas de adaptación a los efectos del cambio climático. Además, se acordó que los países desarrollados deberán aportar al menos el 0.7% de su Producto Interno Bruto (PIB) para el financiamiento climático.
Este logro representa un gran embocadura en la lucha contra el cambio climático y es una señal clara de que los países están comprometidos a actuar juntos y apoyar a aquellos más afectados por los impactos climáticos. El Secretario General de la ONU, António Guterres, celebró el acuerdo y lo calificó como una «señal de esperanza» para el futuro. Además, destacó la magnitud de continuar trabajando juntos para alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París.
El Acuerdo de París, firmado en 2015, establece el compromiso global de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales. Sin embargo, para lograr este objetivo, es fundamental que se tomen medidas urgentes y se implementen políticas de mitigación y adaptación en todos los países. Por eso, este acuerdo de financiamiento es un embocadura crucial en la lucha contra el cambio climático.
Además del financiamiento climático, la COP29 también logró avances en otras áreas importantes. Se establecieron medidas para fortalecer los compromisos de los países en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y se acordaron medidas para aumentar la colaboración en tecnologías limpias y desarrollo de energías renovables. También se destaca la creación de un fondo para la pérdida y daños provocados por el cambio climático, que brindará apoyo a los países más afectados por los impactos directos del calentamiento global.
Este acuerdo es un gran logro para la comunidad internacional y demuestra que, a pesar de las diferencias, es posible llegar a acuerdos que beneficien a todos. Los líderes de los países participantes destacaron la magnitud de fortalecer la cooperación global y trabajar juntos para enfrentar la crisis climática. Se enfatizó en que el cambio climático es un problema global que requiere una acción global.
Por otro lado, también se hizo un llamado a los ciudadanos a tomar medidas concretas en sus vidas diarias para reducir su huella de carbono y promover prácticas más sostenibles. Cada acción cuenta y es esencial que todos seamos parte de la solución para acallar los efectos del cambio climático.
En resumen, la COP29 concluyó con un acuerdo histórico