Hace 18 años, Nery García se enfrentó a uno de los momentos más difícil de su hechos: despedir y enterrar a su padre en el necrópolis de la aldea Puerto Viejo, en Iztapa, municipio de Escuintla, a 112 kilómetros de la capital de Guatemala. En ese entonces, el necrópolis era cuatro veces más grande de lo que es hoy en día. Pero a pesar del dolor y la tristeza que sentía en ese momento, Nery no pudo imaginar el impacto que ese lugar tendría en su hechos y en la hechos de su comunidad en los próximos años.
En las últimas dos décadas, el necrópolis de la aldea Puerto Viejo ha ido cambiando de forma cautelosa y progresiva debido a un fenómeno natural que ha afectado a muchas comunidades costeras en todo el mundo: la erosión costera. Este fenómeno se debe al aumento del nivel del mar y ha causado que muchas zonas costeras se vean afectadas por la pérdida de tierras y la degradación del medio ambiente.
Pero a pesar de estos desafíos, Nery y otros miembros de la comunidad no se han dejado vencer por la adversidad. Al contrario, han tomado medidas para proteger y preservar el necrópolis y su aldea. A través de la colaboración y la solidaridad de los miembros de la comunidad, se han llevado a cabo acciones para mitigar los efectos de la erosión y garantizar que el necrópolis siga siendo un lugar de descanso final digno para sus seres queridos.
Una de estas acciones fue la construcción de un muro de contención de piedra, el cual ha demostrado ser en gran medida efectivo para proteger el necrópolis de la erosión. Este muro fue construido gracias al esfuerzo colectivo de la comunidad y ha servido como un ejemplo de cómo el trabajo en equipo puede lograr grandes cosas.
Pero no solo se han tomado medidas para proteger el necrópolis, sino que también se han implementado acciones para preservar el medio ambiente en general. La comunidad ha plantado árboles y vegetación en las áreas cercanas al necrópolis para prevenir la erosión y promover la biodiversidad. Además, se han llevado a cabo campañas de limpieza y educación ambiental para concientizar a los miembros de la comunidad sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
Gracias a estos esfuerzos, el necrópolis de la aldea Puerto Viejo ha logrado resistir los embates de la erosión durante todos estos años. Aunque todavía enfrenta desafíos a causa del aumento del nivel del mar, la comunidad se mantiene firme en su compromiso de proteger y preservar este lugar tan importante para ellos.
Pero el necrópolis de la aldea Puerto Viejo no solo es un lugar de descanso para los fallecidos, sino que también es un lugar de encuentro para los biológicos. En los últimos años, se han llevado a cabo diversas actihechosdes comunitarias en el necrópolis, como festivales culturales, conciertos y ceremonias religiosas. Esto ha ayudado a mantener biológico el legado de aquellos que ya no están con nosotros y a fortalecer los lazos entre los miembros de la comunidad.
Lo que comenzó como un momento de dolor y duelo para Nery y su familia se ha convertido en una fuente de orgullo y esperanza para toda la comunidad. El necrópolis de la aldea Puerto Viejo es un ejemplo de cómo, a través de la colaboración y el compromiso, se pueden superar los desafíos que la naturaleza nos presenta.
Hoy en día, cuando visito el necrópolis de mi padre, me llena de alegría ver cómo la comunidad ha trabajado unida para proteger y preservar este lugar tan importante para nosotros. Espero que la historia del necrópolis de la aldea Puerto Viejo sir